lunes, 5 de mayo de 2014

9ª sesión: Alegría

Dice la Wikipedia, por la que tengo especial predilección como saben mis alumnos, que “la palabra alegría deriva del latín alicer o alecris, que significa "vivo y animado". La alegría, es una de las emociones básicas, junto con el miedo, la ira, el asco, la tristeza y la sorpresa”.

Pero la alegría es también y sobre todo, la quinta regla para atrapar la felicidad… y si queremos ser felices hemos de repetir y repetir los mismos mantras una y otra vez. Estas 5 reglas y las otras 5 que están por venir:
·         Sonrío.
·         Acepto la realidad.
·         Soy positivo.
·         Soy Proactivo.
·         Soy ALEGRE.


Y así, a fuerza de repetir y repetir conseguiremos cambiar nuestro cerebro y salir de la distracción y lograr realmente ser felices como dice en su video Facundo Cabral, No estás deprimido, estás distraido.

Foto ganadora del concurso #sonrisasriotormes por 


Dicen que la cara es el espejo del alma, por eso podemos afirmar que un rostro alegre refleja un interior fresco y luminoso… y además se contagia, la alegría se puede incluso aprender. Si quieres estar alegre basta con sonreir, primero de forma forzada, y luego de forma franca, cambiar la postura y después abrir el pecho y respirar…  tu cerebro se encargará de hacer el resto y empezarás a sentirte más alegre.

Durante siglos, las distintas filosofías nos decían que podíamos buscar la alegría de forma sensitiva en el exterior de nosotros mismos; pero desde hace poco tiempo se busca la alegría en el interior, desde la madurez mental y corporal, mediante la búsqueda de un estado armónico, en silencio interior y con serenidad. Ser alegre se traduce en apreciar las cosas sencillas de la vida, lo cotidiano y ordinario, en el trabajo de cada uno y también en apreciar lo extraordinario. 

Ser alegre se convierte en un elemento imprescindible corporal, mental y espiritualmente para ser feliz.
Es posible ser alegre a pesar de las circunstancias porque éstas no son nosotros. Para ello, debemos establecer los siguientes hábitos,  repetirlos  y repetirlos para que se conviertan en costumbres que formen nuestro carácter:
·         Sonreir
·         Ser positivos,
·         Aceptar la realidad de buen grado.
·         Tener una mirada positiva ante las circunstancias de la vida.

Todo esto no son sólo palabras, se basa en los estudios científicos de la inteligencia emocional: las emociones se pueden controlar o, mejor, autorregular. A mayor autocontrol emocional mayor competencia, de hecho en muchas empresas modernas se empieza a exigir como un valor de los candidatos laborales…
La alegría debería estudiarse como una asignatura más puesto que es esencial para el desempeño del trabajo en un mundo globalizado como el nuestro. Características personales como la empatía o que el candidat@ acuda a actividades como voluntariado o teatro empiezan a ser valoradas por las empresas porque indican que esa persona es una persona alegre, que puede conectar con otras personas y que sabe gestionar sus emociones.

La buena noticia es que tú puedes cambiar tus sentimientos y para ello el primer paso es reconocerlos. En los tiempos que corren el mensaje para nuestros alumnos es sencillo: una persona alegre encontrará trabajo con mayor facilidad, así es que no hay nada más que decir... que merece la pena SER ALEGRES.

Miguel Ángel Casanova
Profesor del CIFP Río Tormes

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